viernes, 29 de abril de 2011

"Cuando no quieres sentir, la muerte puede parecer un sueño; Pero ver la muerte de verdad, hace que soñar con ella resulte ridiculo"

Es como el mundo entero. Inmenso y brillante dentro de una absoluta oscuridad.
Me vuelvo a sumergir dentro de mi infancia. Recuerdo pequeños prados llenos de soledad bien acompañada. Recuerdo cielos rojos como la sangre, despejados como las carreteras que cruzan el desierto… y recuerdo océanos llenos de miedo.
Tal vez haya sido lo único que no se haya separado de mí jamás. Me ha torturado, atacado, golpeado… y me ha vencido. Me he rendido a sus pies sin ni siquiera darme cuenta.
Es duro y violento. Es una paranoia constante que me agrieta el alma, que me cierra las puertas de todo lo que deseo, de lo que aprecio, de lo que quiero… de lo que siento.
Lo noto todo tan distante… que a veces duele demasiado. No soy capaz de alejarme de él. No soy capaz de dejarle de mirar a la cara, porque vaya donde vaya y mire donde mire, siempre está delante de mí para cerrarme el paso.
Rozando la locura, el esfuerzo de ser consciente de lo que siento, el simple momento del intimismo de tortura… de locura… de muerte por unos pocos pensamientos.
El frío en la nuca es poderosos rey. El olor de aquello que añoras es la más poderosa religión. El miedo de todo lo que perdiste es el más poderoso dios. Casi creador.
Miedo, miedo, miedo, miedo, miedo. Es lo único que me permitó a mi misma sentir. Estamos rotos, no hay más ilusiones ni esperanzas, nuestras vidas seran siempre de esta maldita manera, no se si me estoy volviendo cada día más fria, o estoy convirtiendome en lo que en realidad he sido desde un principio.

Si está frío, es porque estoy vivo. Si duele, es porque sigo aqui. Si te dan ganas de dejar todo atras, entonces supongo, que me estas comprendiendo; Pero Oh diablos, ¿Quién comprendería a una "chica loca" porque ni ella misma puede hacerlo?.

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